[Caso clínica]
Calidad de la atención digna en una niña abandonada de 18 meses de edad y enfermedad congénitaAutores: C. Mamani*, A. Campos, F. Garcik, C. Chiavassa, G. Noceda, G. Mesa, V. Cardozo, G. Guala, A. Montana, L. Ivaldi, J. Ortiz. Comité de Ética Hospitalario “Mariano y Luciano de la Vega” – Cátedra de Bioética y Derechos Humanos (Universidad Nacional de La Matanza), Prov. de Buenos Aires, Argentina.BREVE DESCRIPCIÓN DEL CASO: Paciente de sexo femenino y 18 meses de edad, con antecedentes de enfermedad malformativa al examen postnatal, consistente en microcefalia, retro-micrognatia, hipoplasia de la lengua y baja implantación auricular, por lo que fue derivada a Hospital Pediátrico de alta complejidad del Gran Buenos Aires para completar el diagnóstico. La paciente evolucionó con dificultad respiratoria progresiva y severos trastornos para la deglución, por lo que requirió la realización de una traqueostomía, así como la implementación de un régimen nutricional por gastrostomía. Se efectuó el diagnóstico de hidrocefalia, siendo intervenida quirúrgicamente mediante la colocación de una derivación ventrículo-peritoneal de líquido cefalorraquídeo. También sufrió convulsiones, siendo necesaria la implementación de fármacos anticonvulsivantes. Fue regresada nuevamente a nuestra institución sin un diagnóstico definido. Durante su prolongada internación presentó varios episodios de infecciones a gérmenes intrahospitalarios, siendo uno de ellos una neumopatía grave que la condujo a la insuficiencia respiratoria y posterior episodio de paro cardio-respiratorio. Realizadas las maniobras avanzadas de reanimación, la paciente fue sometida a asistencia respiratoria mecánica, de la cual, a pesar de requerir progresivamente menores dosis de hipno-sedantes, no pudo independizarse tras varios intentos. Durante su estadía prolongada en la institución hospitalaria, la familia de la paciente disminuyó la frecuencia de visitas, siendo cada vez menor la interacción con el Equipo de Salud interviniente y teniendo menor participación en el cuidado de la paciente, argumentando diferentes motivos. Fueron realizados en múltiples oportunidades los pedidos de derivación a Hospitales Pediátricos dada la falta de sector disponible para la atención de pacientes necesitados de asistencia respiratoria. Se resolvió acondicionar la habitación de procedimientos mínimos de pediatría para su atención. La falta de mejoría general, las múltiples complicaciones clínicas y el escaso acompañamiento familiar llevaron a considerar la posibilidad de un desenlace adverso en la paciente a corto plazo.
JUSTIFICACIÓN DE LA ELECCIÓN DEL CASO: la elección del mencionado caso radica en los siguientes fundamentos. – Las consideraciones éticas vinculadas a la autonomía de población vulnerable y ausente contención familiar. – Los conflictos potenciales frente a la carencia de una adecuada estrategia sanitaria de referencia-contrareferencia. – La complejidad establecida entre el requerimiento de cuidados paliativos, la falta de mejoría clínica y la ausencia de un diagnóstico preciso en un paciente menor de edad.
PROBLEMÁTICA CENTRALES DETECTADAS EN ESTE CASO: se considera que la problemática del presente caso gira en torno a la representación legal y la toma de decisiones en paciente en pacientes menores abandonados por sus familiares directos, las implicancias vinculadas al principio (teoría principialista) de justicia y a la igualdad de oportunidades en instituciones de baja complejidad en Pediatría, y a la interacción entre la familia de la paciente y el equipo asistencial.
INFORMACIÓN DEL CONTEXTO SOCIAL, CULTURAL, RELIGIOSO, EN EL QUE SE DESARROLLA EL CASO: La paciente pertenecía un grupo familiar oriundo de un país limítrofe, de bajos ingresos económicos, trabajo informal, familia numerosa, sin vivienda propia y con la única cobertura brindada por el sistema público de salud.
RESUMEN DE LA DELIBERACIÓN DEL COMITÉ: el caso fue presentado ante el Comité de Ética Hospitalario “Mariano y Luciano de la Vega” en el momento en que la familia prácticamente abandonó a la paciente, quedando bajo el entero cuidado del equipo de Pediatría y de Voluntarias. Se evaluó el contexto del caso, enfatizando las cuestiones vinculadas estrictamente con nuestra disciplina, dejando en forma secundaria, la atención de implicancias médico-legales y de organización interna del Servicio de Pediatría. Frente a la posible afectación en la relación entre algunos profesionales y el grupo familiar, así como el riesgo en la aceptación de una eventual decisión sobre no realizar maniobras tendientes al encarnizamiento terapéutico, se conversó con los responsables del cuerpo de médicos y de enfermeros del sector, destacando los valores de cuidado, compasión y sus actitudes enmarcadas en rasgos de beneficencia supererogatoria. Se informó y explicó sobre la futilidad derivada de la distanasia, así como la contradicción con los ideales de preservación de la dignidad humana. También se consideró un acercamiento con el grupo familiar, quienes expusieron los motivos sobre su conducta, en un clima de respeto e imparcialidad. Finalmente, se evaluó el manejo clínico llevado en el Servicio de Pediatría, destacándose que no hubo contradicciones con los valores éticos defendidos en nuestro Comité.
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